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Evanjelium podľa Lukáša

Biblia - Sväté písmo

(RV - Španielský - Reina Valera)

Lk 9, 1-62

1 Y JUNTANDO á sus doce discípulos, les dió virtud y potestad sobre todos los demonios, y que sanasen enfermedades. 2 Y los envió á que predicasen el reino de Dios, y que sanasen á los enfermos. 3 Y les dice: No toméis nada para el camino, ni báculo, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni tengáis dos vestidos cada uno. 4 Y en cualquiera casa en que entrareis, quedad allí, y de allí salid. 5 Y todos los que no os recibieren, saliéndoos de aquella ciudad, aun el polvo sacudid de vuestros pies en testimonio contra ellos. 6 Y saliendo, rodeaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio, y sanando por todas partes. 7 Y oyó Herodes el tetrarca todas las cosas que hacía; y estaba en duda, porque decían algunos: Juan ha resucitado de los muertos; 8 Y otros: Elías ha aparecido; y otros: Algún profeta de los antiguos ha resucitado. 9 Y dijo Herodes: A Juan yo degollé: ¿quién pues será éste, de quien yo oigo tales cosas? Y procuraba verle. 10 Y vueltos los apóstoles, le contaron todas las cosas que habían hecho. Y tomándolos, se retiró aparte á un lugar desierto de la ciudad que se llama Bethsaida. 11 Y como lo entendieron las gentes, le siguieron; y él las recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba á los que tenían necesidad de cura. 12 Y el día había comenzado á declinar; y llegándose los doce, le dijeron: Despide á las gentes, para que yendo á las aldeas y heredades de alrededor, procedan á alojarse y hallen viandas; porque aquí estamos en lugar desierto. 13 Y les dice: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, si no vamos nosotros á comprar viandas para toda esta compañía. 14 Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo á sus discípulos: Hacedlos sentar en ranchos, de cincuenta en cincuenta. 15 Y así lo hicieron, haciéndolos sentar á todos. 16 Y tomando los cinco panes y los dos pescados, mirando al cielo los bendijo, y partió, y dió á sus discípulos para que pusiesen delante de las gentes. 17 Y comieron todos, y se hartaron; y alzaron lo que les sobró, doce cestos de pedazos. 18 Y aconteció que estando él solo orando, estaban con él los discípulos; y les preguntó diciendo: ¿Quién dicen las gentes que soy? 19 Y ellos respondieron, y dijeron: Juan el Bautista; y otros, Elías; y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado. 20 Y les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy? Entonces respondiendo Simón Pedro, dijo: El Cristo de Dios. 21 Mas él, conminándolos, mandó que á nadie dijesen esto; 22 Diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre padezca muchas cosas, y sea desechado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día. 23 Y decía á todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame. 24 Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá; y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, éste la salvará. 25 Porque ¿qué aprovecha al hombre, si granjeare todo el mundo, y sé pierda él á sí mismo, ó corra peligro de sí? 26 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de este tal el Hijo del hombre se avergonzará cuando viniere en su gloria, y del Padre, y de los santos ángeles. 27 Y os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que vean el reino de Dios. 28 Y aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó á Pedro y á Juan y á Jacobo, y subió al monte á orar. 29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. 30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías; 31 Que aparecieron en majestad, y hablaban de su salida, la cual había de cumplir en Jerusalem. 32 Y Pedro y los que estaban con él, estaban cargados de sueño: y como despertaron, vieron su majestad, y á aquellos dos varones que estaban con él. 33 Y aconteció, que apartándose ellos de él, Pedro dice á Jesús: Maestro, bien es que nos quedemos aquí: y hagamos tres pabellones, uno para ti, y uno para Moisés, y uno para Elías; no sabiendo lo que se decía. 34 Y estando él hablando esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor entrando ellos en la nube. 35 Y vino una voz de la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; á él oid. 36 Y pasada aquella voz, Jesús fué hallado solo: y ellos callaron; y por aquellos días no dijeron nada á nadie de lo que habían visto. 37 Y aconteció al día siguiente, que apartándose ellos del monte, gran compañía les salió al encuentro. 38 Y he aquí, un hombre de la compañía clamó, diciendo: Maestro, ruégote que veas á mi hijo; que es el único que tengo: 39 Y he aquí un espíritu le toma, y de repente da voces; y le despedaza y hace echar espuma, y apenas se aparta de él quebrantándole. 40 Y rogué á tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron. 41 Y respondiendo Jesús, dice: ­Oh generación infiel y perversa! ¿hasta cuándo tengo de estar con vosotros, y os sufriré? Trae tu hijo acá. 42 Y como aun se acercaba, el demonio le derribó y despedazó: mas Jesús increpó al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo volvió á su padre. 43 Y todos estaban atónitos de la grandeza de Dios. Y maravillándose todos de todas las cosas que hacía, dijo á sus discípulos: 44 Poned vosotros en vuestros oídos estas palabras; porque ha de acontecer que el Hijo del hombre será entregado en manos de hombres. 45 Mas ellos no entendían esta palabra, y les era encubierta para que no la entendiesen; y temían preguntarle de esta palabra. 46 Entonces entraron en disputa, cuál de ellos sería el mayor. 47 Mas Jesús, viendo los pensamientos del corazón de ellos, tomó un niño, y púsole junto á sí, 48 Y les dice: Cualquiera que recibiere este niño en mí nombre, á mí recibe; y cualquiera que me recibiere á mí, recibe al que me envió; porque el que fuere el menor entre todos vosotros, éste será el grande. 49 Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto á uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros. 50 Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. 51 Y aconteció que, como se cumplió el tiempo en que había de ser recibido arriba, él afirmó su rostro para ir á Jerusalem. 52 Y envió mensajeros delante de sí, los cuales fueron y entraron en una ciudad de los Samaritanos, para prevenirle. 53 Mas no le recibieron, porque era su traza de ir á Jerusalem. 54 Y viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, como hizo Elías? 55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; 56 Porque el Hijo del hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron á otra aldea. 57 Y aconteció que yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré donde quiera que fueres. 58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen cuevas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recline la cabeza. 59 Y dijo á otro: Sígueme. Y él dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre á mi padre. 60 Y Jesús le dijo: Deja los muertos que entierren á sus muertos; y tú, ve, y anuncia el reino de Dios. 61 Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; mas déjame que me despida primero de los que están en mi casa. 62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano al arado mira atrás, es apto para el reino de Dios.

Lk 9, 1-62





Verš 1
Y JUNTANDO á sus doce discípulos, les dió virtud y potestad sobre todos los demonios, y que sanasen enfermedades.
Mt 10:1 - ENTONCES llamando á sus doce discípulos, les dió potestad contra los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad y toda dolencia.
Mk 3:13 - Y subió al monte, y llamó á sí á los que él quiso; y vinieron á él.
Mk 6:7 - Y llamó á los doce, y comenzó á enviarlos de dos en dos: y les dió potestad sobre los espíritus inmundos.
Lk 6:13 - Y como fué de día, llamó á sus discípulos, y escogió doce de ellos, á los cuales también llamó apóstoles:

Verš 2
Y los envió á que predicasen el reino de Dios, y que sanasen á los enfermos.
Mt 10:7 - Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.

Verš 3
Y les dice: No toméis nada para el camino, ni báculo, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni tengáis dos vestidos cada uno.
Mt 10:9 - No aprestéis oro, ni plata, ni cobre en vuestras bolsas;
Mk 6:8 - Y les mandó que no llevasen nada para el camino, sino solamente báculo; no alforja, ni pan, ni dinero en la bolsa;
Lk 22:35 - Y á ellos dijo: Cuando os envié sin bolsa, y sin alforja, y sin zapatos, ¿os faltó algo? Y ellos dijeron: Nada.

Verš 5
Y todos los que no os recibieren, saliéndoos de aquella ciudad, aun el polvo sacudid de vuestros pies en testimonio contra ellos.
Mt 10:14 - Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa ó ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
Mk 6:11 - Y todos aquellos que no os recibieren ni os oyeren, saliendo de allí, sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, en testimonio á ellos. De cierto os digo que más tolerable será el castigo de los de Sodoma y Gomorra el día del juicio, que el de aqu
Lk 10:11 - Aun el polvo que se nos ha pegado de vuestra ciudad á nuestros pies, sacudimos en vosotros: esto empero sabed, que el reino de los cielos se ha llegado á vosotros.
Sk 13:51 - Ellos entonces sacudiendo en ellos el polvo de sus pies, vinieron á Iconio.
Sk 18:6 - Mas contradiciendo y blasfemando ellos, les dijo: sacudiendo sus vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré á los Gentiles.

Verš 7
Y oyó Herodes el tetrarca todas las cosas que hacía; y estaba en duda, porque decían algunos: Juan ha resucitado de los muertos;
Mt 14:1 - EN aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús,
Mk 6:14 - Y oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio; y dijo: Juan el que bautizaba, ha resucitado de los muertos, y por tanto, virtudes obran en él.

Verš 10
Y vueltos los apóstoles, le contaron todas las cosas que habían hecho. Y tomándolos, se retiró aparte á un lugar desierto de la ciudad que se llama Bethsaida.
Mk 6:30 - Y los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado.
Mt 14:13 - Y oyéndo lo Jesús, se apartó de allí en un barco á un lugar descierto, apartado: y cuando las gentes lo oyeron, le siguieron á pie de las ciudades.
Mk 6:31 - Y él les dijo: Venid vosotros aparte al lugar desierto, y reposad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, que ni aun tenían lugar de comer.

Verš 12
Y el día había comenzado á declinar; y llegándose los doce, le dijeron: Despide á las gentes, para que yendo á las aldeas y heredades de alrededor, procedan á alojarse y hallen viandas; porque aquí estamos en lugar desierto.
Mt 14:15 - Y cuando fué la tarde del día, se llegaron á él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y el tiempo es ya pasado: despide las gentes, para que se vayan por las aldeas, y compren para sí de comer.
Mk 6:35 - Y como ya fuese el día muy entrado, sus discípulos llegaron á él, diciendo: El lugar es desierto, y el día ya muy entrado;
Jn 6:5 - Y como alzó Jesús los ojos, y vió que había venido á él grande multitud, dice á Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?

Verš 13
Y les dice: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, si no vamos nosotros á comprar viandas para toda esta compañía.
Mt 14:16 - Y Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse: dadles vosotros de comer.
Mk 6:37 - Y respondiendo él, les dijo: Dadles de comer vosotros. Y le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer?
Jn 6:9 - Un muchacho está aquí que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; ¿mas qué es esto entre tantos?

Verš 16
Y tomando los cinco panes y los dos pescados, mirando al cielo los bendijo, y partió, y dió á sus discípulos para que pusiesen delante de las gentes.
1Sam 9:13 - Y cuando entrareis en la ciudad, le encontraréis luego, antes que suba al alto á comer; pues el pueblo no comerá hasta que él haya venido, por cuanto él haya de bendecir el sacrificio, y después comerán los convidados. Subid pues ahora, porque ahora le ha

Verš 18
Y aconteció que estando él solo orando, estaban con él los discípulos; y les preguntó diciendo: ¿Quién dicen las gentes que soy?
Mt 16:13 - Y viniendo Jesús á las partes de Cesarea de Filipo, preguntó á sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?
Mk 8:27 - Y salió Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó á sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?

Verš 19
Y ellos respondieron, y dijeron: Juan el Bautista; y otros, Elías; y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado.
Mt 14:2 - Y dijo á sus criados: Este es Juan el Bautista: él ha resucitado de los muertos, y por eso virtudes obran en él.

Verš 20
Y les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy? Entonces respondiendo Simón Pedro, dijo: El Cristo de Dios.
Jn 6:69 - Y nosotros creemos y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente.

Verš 22
Diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre padezca muchas cosas, y sea desechado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día.
Mt 16:21 - Desde aquel tiempo comenzó Jesús á declarar á sus discípulos que le convenía ir á Jerusalem, y padecer mucho de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.
Mt 17:22 - Y estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del hombre será entregado en manos de hombres,
Mk 8:31 - Y comenzó á enseñarles, que convenía que el Hijo del hombre padeciese mucho, y ser reprobado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días.
Mk 9:31 - Porque enseñaba á sus discípulos, y les decía: El Hijo del hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; mas muerto él, resucitará al tercer día.
Mk 10:33 - He aquí subimos á Jerusalem, y el Hijo del hombre será entregado á los principes de los sacerdotes, y á los escribas, y le condenarán á muerte, y le entregarán á los Gentiles:
Lk 18:31 - Y Jesús, tomando á los doce, les dijo: He aquí subimos á Jerusalem, y serán cumplidas todas las cosas que fueron escritas por los profetas, del Hijo del hombre.
Lk 24:7 - Diciendo: Es menester que el Hijo del hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.

Verš 23
Y decía á todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame.
Mt 10:38 - Y el que no toma su cruz, y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
Mt 16:24 - Entonces Jesús dijo á sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Mk 8:34 - Y llamando á la gente con sus discípulos, les dijo: Cualquiera que quisiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Lk 14:27 - Y cualquiera que no trae su cruz, y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.

Verš 24
Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá; y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, éste la salvará.
Mt 10:39 - El que hallare su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí, la hallará.
Mt 16:25 - Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá, y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, la hallará.
Mk 8:35 - Porque el que quisiere salvar su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.
Lk 17:33 - Cualquiera que procurare salvar su vida, la perderá; y cualquiera que la perdiere, la salvará.
Jn 12:25 - El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.

Verš 26
Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de este tal el Hijo del hombre se avergonzará cuando viniere en su gloria, y del Padre, y de los santos ángeles.
Mt 10:33 - Y cualquiera que me negare delante de los hombres, le negaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.
Mk 8:38 - Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adulterina y pecadora, el Hijo del hombre se avergonzará también de él, cuando vendrá en la gloria de su Padre con los santos ángeles.
Lk 12:9 - Mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.
2Tim 2:12 - Si sufrimos, también reinaremos con él: si negáremos, él también nos negará:
1Jn 2:23 - Cualquiera que niega al Hijo, este tal tampoco tiene al Padre. Cualquiera que confiese al Hijo tiene también al Padre.

Verš 27
Y os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que vean el reino de Dios.
Mt 16:28 - De cierto os digo: hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su reino.
Mk 9:1 - TAMBIÉN les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios que viene con potencia.

Verš 28
Y aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó á Pedro y á Juan y á Jacobo, y subió al monte á orar.
Mt 17:1 - Y DESPUÉS de seis días, Jesús toma á Pedro, y á Jacobo, y á Juan su hermano, y los lleva aparte á un monte alto:
Mk 9:2 - Y seis días después tomó Jesús á Pedro, y á Jacobo, y á Juan, y los sacó aparte solos á un monte alto; y fué transfigurado delante de ellos.

Verš 35
Y vino una voz de la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; á él oid.
Iz 42:1 - HE aquí mi siervo, yo lo sostendré; mi escogido en quien mi alma toma contentamiento: he puesto sobre él mi espíritu, dará juicio á las gentes.
Mt 3:17 - Y he aquí una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo contentamiento.
Mt 17:5 - Y estando aún él hablando, he aquí una nube de luz que los cubrió; y he aquí una voz de la nube, que dijo: Este es mi Hijo amado, en el cual tomo contentamiento: á él oíd.
Mk 1:11 - Y hubo una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tomo contentamiento.
Mk 9:7 - Y vino una nube que les hizo sombra, y una voz de la nube, que decía: Este es mi Hijo amado: á él oíd.
Lk 3:22 - Y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y fué hecha una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido.
Kol 1:13 - Que nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo;
2Pt 1:17 - Porque él había recibido de Dios Padre honra y gloria, cuando una tal voz fué á él enviada de la magnífica gloria: Este es el amado Hijo mío, en el cual yo me he agradado.
Dt 18:19 - Mas será, que cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le residenciaré.
Sk 3:22 - Porque Moisés dijo á los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de vuestros hermanos, como yo; á él oiréis en todas las cosas que os hablare.

Verš 37
Y aconteció al día siguiente, que apartándose ellos del monte, gran compañía les salió al encuentro.
Mt 17:14 - Y como ellos llegaron al gentío, vino á él un hombre hincándosele de rodillas,
Mk 9:17 - Y respondiendo uno de la compañía, dijo: Maestro, traje á ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,

Verš 44
Poned vosotros en vuestros oídos estas palabras; porque ha de acontecer que el Hijo del hombre será entregado en manos de hombres.
Mt 17:22 - Y estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del hombre será entregado en manos de hombres,
Mk 9:31 - Porque enseñaba á sus discípulos, y les decía: El Hijo del hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; mas muerto él, resucitará al tercer día.

Verš 45
Mas ellos no entendían esta palabra, y les era encubierta para que no la entendiesen; y temían preguntarle de esta palabra.
Lk 2:50 - Mas ellos no entendieron las palabras que les habló.
Lk 18:34 - Pero ellos nada de estas cosas entendían, y esta palabra les era encubierta, y no entendían lo que se decía.

Verš 46
Entonces entraron en disputa, cuál de ellos sería el mayor.
Mt 18:1 - EN aquel tiempo se llegaron los discípulos á Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?
Mk 9:33 - Y llegó á Capernaum; y así que estuvo en casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre vosotros en el camino?
Lk 22:24 - Y hubo entre ellos una contienda, quién de ellos parecía ser el mayor.

Verš 48
Y les dice: Cualquiera que recibiere este niño en mí nombre, á mí recibe; y cualquiera que me recibiere á mí, recibe al que me envió; porque el que fuere el menor entre todos vosotros, éste será el grande.
Mt 18:5 - Y cualquiera que recibiere á un tal niño en mi nombre, á mí recibe.
Mk 9:37 - El que recibiere en mi nombre uno de los tales niños, á mí recibe; y el que á mí recibe, no recibe á mí, mas al que me envió.
Jn 13:20 - De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, á mí recibe; y el que á mí recibe, recibe al que me envió.
Lk 10:16 - El que á vosotros oye, á mí oye; y el que á vosotros desecha, á mí desecha; y el que á mí desecha, desecha al que me envió.
Jn 13:20 - De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, á mí recibe; y el que á mí recibe, recibe al que me envió.
Mt 23:11 - El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.
Lk 14:11 - Porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.
Lk 18:14 - Os digo que éste descendió á su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.

Verš 49
Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto á uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros.
Mk 9:38 - Y respondióle Juan, diciendo: Maestro, hemos visto á uno que en tu nombre echaba fuera los demonios, el cual no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos sigue.

Verš 50
Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.
Mt 12:30 - El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, derrama.
Lk 11:23 - El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.

Verš 51
Y aconteció que, como se cumplió el tiempo en que había de ser recibido arriba, él afirmó su rostro para ir á Jerusalem.
Mk 16:19 - Y el Señor, después que les habló, fué recibido arriba en el cielo, y sentóse á la diestra de Dios.
Sk 1:2 - Hasta el día en que, habiendo dado mandamientos por el Espíritu Santo á los apóstoles que escogió, fué recibido arriba;
1Tim 3:16 - Y sin cotradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne; ha sido justificado con el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado á los Gentiles; ha sido creído en el mundo; ha sido recibido en gloria.

Verš 53
Mas no le recibieron, porque era su traza de ir á Jerusalem.
Jn 4:9 - Y la mujer Samaritana le dice: ¿Cómo tú, siendo Judío, me pides á mí de beber, que soy mujer Samaritana? porque los Judíos no se tratan con los Samaritanos.

Verš 54
Y viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, como hizo Elías?
2Kr 1:10 - Y Elías respondió, y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió á él y á sus cincuenta.
2Kr 1:12 - Y respondióle Elías, y dijo: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió á él y á sus cincuenta.

Verš 56
Porque el Hijo del hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron á otra aldea.
Jn 3:17 - Porque no envió Dios á su Hijo al mundo, para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por él.
Jn 12:47 - Y el que oyere mis palabras, y no las creyere, yo no le juzgo; porque no he venido á juzgar al mundo, sino á salvar al mundo.

Verš 57
Y aconteció que yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré donde quiera que fueres.
Mt 8:19 - Y llegándose un escriba, le dijo: Maestro, te seguiré á donde quiera que fueres.

Verš 59
Y dijo á otro: Sígueme. Y él dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre á mi padre.
Mt 8:21 - Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, dame licencia para que vaya primero, y entierre á mi padre.

Verš 60
Y Jesús le dijo: Deja los muertos que entierren á sus muertos; y tú, ve, y anuncia el reino de Dios.
Mt 8:22 - Y Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren á sus muertos.

Verš 61
Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; mas déjame que me despida primero de los que están en mi casa.
1Kr 19:20 - Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Ruégote que me dejes besar mi padre y mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve: ¿qué te he hecho yo?

Verš 62
Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano al arado mira atrás, es apto para el reino de Dios.
Prís 26:11 - Como perro que vuelve á su vómito, Así el necio que repite su necedad.
Flp 3:14 - Prosigo al blanco, al premio de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús.
Heb 6:5 - Y asimismo gustaron la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero,
2Pt 2:20 - Ciertamente, si habiéndose ellos apartado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, y otra vez envolviéndose en ellas, son vencidos, sus postrimerías les son hechas peores que los principios.

Lk 9,1-6 - Mt 10, 5-14; Mk 6, 7-13.

Lk 9,7-9 - Mt 14, 1-2; Mk 6, 14-16.

Lk 9,10-17 - Mt 14, 13-21; Mk 6, 30-44; Jn 6, 1-13.

Lk 9,18-21 - Mt 16, 13-20; Mk 8, 27-30.

Lk 9,22 - Mt 16, 21; Mk 8, 31.

Lk 9,23-27 - Mt 16, 24-28; Mk 8, 34-9, 1.

Lk 9,27 - Vzťahuje sa to na Ježišovo premenenie a najmä zmŕtvychvstanie.

Lk 9,28-36 - Mt 17, 1-9; Mk 9, 2-10.

Lk 9,37-43 - Mt 17, 14-20; Mk 9, 14-29.

Lk 9,43-45 - Mt 17, 22; Mk 9, 30-32.

Lk 9,46-48 - Mt 18, 1-5; Mk 9, 33-37.

Lk 9,49-50 - Mk 9, 38-41.

Lk 9,51-56 - Verš 51 zodpovedá Mt 19, 1 a Mk 10, 1. Lukáš uvádza na začiatku Ježišovho účinkovania v Judei veľkú zbierku evanjeliového materiálu, zoskupeného okolo niekoľkých epizód, ktoré sa odohrali na judejskom území (Lk 9, 51 - 18, 14). "Pevne sa rozhodol" - doslova: "Zatvrdil si tvár" (porov. Iz 50, 7).

Lk 9,53 - Samaritáni sa nábožensky už dávno (od čias babylonského zajatia) odtrhli od náboženskej jednoty so Židmi a pokladali svoj posvätný vrch Garizim za miesto, kde treba Boha uctievať (Jn 4, 20). Preto sa správali nepriateľsky aj voči židovským pútnikom, ktorí šli cez ich územie z Galiley do Jeruzalema.

Lk 9,57-62 - Mt 8, 18-22.