Verš 32
Y saliendo ellos, he aquí, le trajeron un hombre mudo, endemoniado.
Mt 12:22 - Entonces fué traído á él un endemoniado, ciego y mudo, y le sanó; de tal manera, que el ciego y mudo hablaba y veía.
Lk 11:14 - Y estaba él lanzando un demonio, el cual era mudo: y aconteció que salido fuera el demonio, el mudo habló y las gentes se maravillaron.
Verš 2
Y he aquí le trajeron un paralítico, echado en una cama: y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Confía, hijo; tus pecados te son perdonados.
Mk 2:3 - Entonces vinieron á él unos trayendo un paralítico, que era traído por cuatro.
Lk 5:18 - Y he aquí unos hombres, que traían sobre un lecho un hombre que estaba paralítico; y buscaban meterle, y ponerle delante de él.
Sk 9:33 - Y halló allí á uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que estaba en cama, que era paralítico.
Verš 3
Y he aquí, algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema.
Ž 32:5 - Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Confesaré, dije, contra mí mis rebeliones á Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. (Selah.)
Iz 43:25 - Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí; y no me acordaré de tus pecados.
Verš 36
Y viendo las gentes, tuvo compasión de ellas; porque estaban derramadas y esparcidas como ovejas que no tienen pastor.
Mk 6:34 - Y saliendo Jesús vió grande multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y les comenzó á enseñar muchas cosas.
Jer 23:1 - AY de los pastores que desperdician y derraman las ovejas de mi majada! dice Jehová.
Ez 34:2 - Hijo del hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y diles á los pastores: Así ha dicho el Señor Jehová: Ay de los pastores de Israel, que se apacientan á sí mismos! ¿No apacientan los pastores los rebaños?
Verš 37
Entonces dice á sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.
Lk 10:2 - Y les decía: La mies á la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros á su mies.
Jn 4:35 - ¿No decís vosotros: Aun hay cuatro meses hasta que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos, y mirad las regiones, porque ya están blancas para la siega.
Verš 38
Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros á su mies.
2Sol 3:1 - RESTA, hermanos, que oréis por nosotros, que la palabra del Señor corra y sea glorificada así como entre vosotros:
Verš 9
Y pasando Jesús de allí, vió á un hombre que estaba sentado al banco de los públicos tributos, el cual se llamaba Mateo; y dícele: Sígueme. Y se levantó, y le siguió.
Mk 2:14 - Y pasando, vió á Leví, hijo de Alfeo, sentado al banco de los públicos tributos, y le dice: Sígueme. Y levantándose le siguió.
Lk 5:27 - Y después de estas cosas salió, y vió á un publicano llamado Leví, sentado al banco de los públicos tributos, y le dijo: Sígueme.
Verš 13
Andad pues, y aprended qué cosa es: Misericordia quiero, y no sacrificio: porque no he venido á llamar justos, sino pecadores á arrepentimiento.
Oz 6:6 - Porque misericordia quise, y no sacrificio; y conocimiento de Dios más que holocaustos.
Mi 6:8 - Oh hombre, él te ha declarado qué sea lo bueno, y qué pida de ti Jehová: solamente hacer juicio, y amar misericordia, y humillarte para andar con tu Dios.
Mt 12:7 - Mas si supieseis qué es: Misericordia quiero y no sacrificio, no condenarías á los inocentes:
Mk 2:17 - Y oyéndolo Jesús, les dice: Los sanos no tienen necesidad de médico, mas los que tienen mal. No he venido á llamar á los justos, sino á los pecadores.
Lk 5:32 - No he venido á llamar justos, sino pecadores á arrepentimiento.
Lk 19:10 - Porque el Hijo del hombre vino á buscar y á salvar lo que se había perdido.
1Tim 1:15 - Palabra fiel y digna de ser recibida de todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar á los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
Verš 14
Entonces los discípulos de Juan vienen á él, diciendo: ¿Por qué nosotros y los Fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan?
Mk 2:18 - Y los discípulos de Juan, y de los Fariseos ayunaban; y vienen, y le dicen: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los Fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan?
Lk 5:33 - Entonces ellos le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan ayunan muchas veces y hacen oraciones, y asimismo los de los Fariseos, y tus discípulos comen y beben?
Verš 15
Y Jesús les dijo: ¿Pueden los que son de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? mas vendrán días cuando el esposo será quitado de ellos, y entonces ayunarán.
2Kor 11:2 - Pues que os celo con celo de Dios; porque os he desposado á un marido, para presentaros como una virgen pura á Cristo.
Verš 34
Mas los Fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios.
Mt 12:24 - Mas los Fariseos, oyéndolo, decían: Este no echa fuera los demonios, sino por Beelzebub, príncipe de los demonios.
Mk 3:22 - Y los escribas que habían venido de Jerusalem, decían que tenía á Beelzebub, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.
Lk 11:15 - Mas algunos de ellos decían: En Beelzebub, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios.
Verš 17
Ni echan vino nuevo en cueros viejos: de otra manera los cueros se rompen, y el vino se derrama, y se pierden los cueros; mas echan el vino nuevo en cueros nuevos, y lo uno y lo otro se conserva juntamente.
Mk 2:22 - Ni nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y se derrama el vino, y los odres se pierden; mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.
Verš 18
Hablando él estas cosas á ellos, he aquí vino un principal, y le adoraba, diciendo: Mi hija es muerta poco ha: mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá.
Mk 5:22 - Y vino uno de los príncipes de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vió, se postró á sus pies,
Lk 8:41 - Y he aquí un varón, llamado Jairo, y que era príncipe de la sinagoga, vino, y cayendo á los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa;
Verš 35
Y rodeaba Jesús por todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo achaque en el pueblo.
Mk 6:6 - Y estaba maravillado de la incredulidad de ellos. Y rodeaba las aldeas de alrededor, enseñando.
Lk 13:22 - Y pasaba por todas las ciudades y aldeas, enseñando, y caminando á Jerusalem.
Verš 20
Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre doce años había, llegándose por detrás, tocó la franja de su vestido:
Lv 15:25 - Y la mujer, cuando siguiere el flujo de su sangre por muchos días fuera del tiempo de su costumbre, ó cuando tuviere flujo de sangre más de su costumbre; todo el tiempo del flujo de su inmundicia, será inmunda como en los días de su costumbre.
Mk 5:25 - Y una mujer que estaba con flujo de sangre doce años hacía,
Lk 8:43 - Y una mujer, que tenía flujo de sangre hacía ya doce años, la cual había gastado en médicos toda su hacienda, y por ninguno había podido ser curada,
Verš 22
Mas Jesús volviéndose, y mirándola, dijo: Confía, hija, tu fe te ha salvado. Y la mujer fué salva desde aquella hora.
Mk 5:34 - Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva: ve en paz, y queda sana de tu azote.
Lk 8:48 - Y él dijo: Hija, tu fe te ha salvado: ve en paz.
Verš 23
Y llegado Jesús á casa del principal, viendo los tañedores de flautas, y la gente que hacía bullicio,
Mk 5:38 - Y vino á casa del príncipe de la sinagoga, y vió el alboroto, los que lloraban y gemían mucho.
Lk 8:51 - Y entrado en casa, no dejó entrar á nadie consigo, sino á Pedro, y á Jacobo, y á Juan, y al padre y á la madre de la moza.
Verš 24
Díceles: Apartaos, que la muchacha no es muerta, mas duerme. Y se burlaban de él.
Jn 11:11 - Dicho esto, díceles después: Lázaro nuestro amigo duerme; mas voy á despertarle del sueño.
Verš 30
Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa.
Mt 12:16 - Y él les encargaba eficazmente que no le descubriesen:
Lk 5:14 - Y él le mandó que no lo dijese á nadie: Mas ve, díjole, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza, como mandó Moisés, para testimonio á ellos.
Verš 31
Mas ellos salidos, divulgaron su fama por toda aquella tierra.
Mk 7:36 - Y les mandó que no lo dijesen á nadie; pero cuanto más les mandaba, tanto más y más lo divulgaban.